viernes, 22 de junio de 2012

LOS BANCOS COMUNALES CONCEDEN CRÉDITOS, DOTAN A LAS MUJERES DE LOS MEDIOS NECESARIOS Y FOMENTAN LA IGUALDAD EN EL NORTE DE POTOSÍ
Para entrar en el tema financiero, es importante hacer algunos comentarios sobre ciertos conceptos. “El dinero hace dinero”, como decía Adam Smith. Cuando se tiene un poco de dinero, es más sencillo conseguir más, la dificultad es tener poco, y especialmente en países emergentes, en países en etapas de desarrollo. En algunos casos, conseguir un poco de dinero, especialmente en al área rural es un tema de vital importancia, y si no hay acceso a éste o no existen las condiciones, no se logra el objetivo de que el microcrédito sea dinamizador de la economía y es por eso que la pobreza en Bolivia no disminuye lo suficiente. Entonces, ¿cuál debe ser la visión? Justamente luchar contra la pobreza.
Otra reflexión que se plantea es la señalada por Kofi Annan “el microcrédito no es caridad, equivale a reconocer que las personas pobres son la solución, no el problema”. No se tiene que ver a la pobreza como un problema, sino más bien como una gran oportunidad para que todos puedan mejorar las condiciones de pobreza, no solamente de las áreas rurales, sino también del país en su conjunto.
También es cierto que la ausencia de servicios  financieros en el área rural, es un obstáculo para el desarrollo rural. Se ha visto en los últimos años un gran tránsito hacia el área rural. La diversidad de la economía y su diferenciación implica reconocer varias particularidades a nivel institucional. Se tiene que identificar que en cada sector del área rural las características son distintas, se tiene que reconocer la idiosincrasia de las personas, las costumbres, la forma como se sienten mejor al recibir un servicio. No sólo se debe presentar atención al tema del crédito, sino también pensar en introducir los servicios financieros en toda el área rural.
Hacer dinero cuesta dinero. Que se lo pregunten a Pilar Rueda, una mujer quechua de 38 años, nativa de esta comunidad rural del departamento de Potosí y madre de dos hijos. Ella y gran parte de su comunidad han logrado salir de la pobreza extrema gracias a la iniciativa de los Bancos Comunales, un innovador proyecto creado por UNICEF.
Es en este sentido que el enfoque de UNICEF, basado en la igualdad para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, tiene por meta llegar hasta las familias y niños más pobres y vulnerables mediante intervenciones rentables para el progreso sostenible.
Este proyecto consiste en la concesión de créditos a personas indígenas, principalmente mujeres, en 13 municipios remotos del norte de Potosí. Generalmente es casi imposible para la población de estas zonas conseguir créditos para pequeñas actividades empresariales, pero a diferencia de los planes de microcréditos de los bancos tradicionales, que cobran intereses elevados, el proyecto de Bancos Comunales ofrece unos tipos de interés muy bajos y está pensado en exclusiva para los miembros de las comunidades, que a su vez son quienes lo dirigen.
El proyecto comprende actualmente una asociación que engloba a cerca de 70 bancos comunales localizados en Potosí. Además de conceder créditos, se imparte formación a los participantes en materia de financiación, igualdad entre los géneros, gestión y derechos básicos.
Mejores ingresos y oportunidades
"Antes, en la tienda sólo había un par de cosas," dice Rueda acerca del establecimiento del que es propietaria y que gestiona con su familia. "Ahora hay muchos productos y es para nosotros una buena fuente de ingresos".
Sin embargo, eso no ha sido suficiente. Después de aumentar las existencias en su tienda y sus ingresos gracias a la concesión de un primer crédito de Bancos Comunales, Rueda adquirió una máquina para preparar helados y comenzó a usarla para obtener ingresos adicionales. Asimismo comenzó a hacer labores de punto y a teñir telas que después vendía en la tienda.
"Ahora las mujeres pueden hacer negocios. Ya no dependen de los hombres", señala la Sra. Rueda. "Así que ahora las madres pueden comprar cualquier cosa que sus hijos necesiten". Y como consecuencia, añade, "los hombres se sienten orgullosos de sus mujeres".
Rueda siempre ha sido muy trabajadora y ahora se ha convertido en un destacado miembro de su comunidad y en una avezada mujer de negocios. El acceso a créditos y a información acerca de los derechos de las mujeres y la infancia han dado como fruto unas mejores oportunidades para sí misma y para su progenie. Rueda no tuvo oportunidad de asistir a la escuela secundaria, por ejemplo, pero su hijo estudia en la universidad y ella cuenta con el dinero suficiente para comprar todo lo necesario para que su hija continúe asistiendo a la escuela.
Romper el ciclo de la pobreza
La familia de Rueda y otros beneficiarios del proyecto de Bancos Comunales viven en el país más pobre de América Latina. De los 9,1 millones de personas que habitan en Bolivia, casi 6 millones - la mitad de los cuales son menores de edad- viven en hogares pobres.
En el área rural, se considera que casi dos tercios de la población que viven en condiciones pobreza extrema. No disponen de dinero suficiente para satisfacer sus necesidades básicas, alimentarias, de salud y, mucho menos, educativas. Además, la población rural es fundamentalmente indígena y los grupos indígenas han sido siempre los más desaventajados, tanto en Bolivia como en otros países.
De hecho, el perfil de niña indígena pobre que vive en una zona rural ofrece un retrato preciso de la exclusión social y la desigualdad existente en Bolivia. El progreso y la igualdad han pasado de largo ante estas niñas y lo más probable es que su futura  generación padezca la misma suerte.
No obstante, los proyectos como Bancos Comunales se basan en la convicción de que cuando los gobiernos y las organizaciones de ayuda internacional invierten en satisfacer las necesidades básicas de los pobres, el ciclo intergeneracional de pobreza puede interrumpirse. A tal fin, esta iniciativa bancaria se dirige a esas familias que no tienen ni voz ni voto y a las que la sociedad excluye, que viven como mínimo a una distancia de 70 km de la carretera más cercana y a 175 km de la ciudad más próxima y cuyo principal medio de vida es la agricultura.
Un enfoque basado en la igualdad
El jefe de políticas de UNICEF, Claudio Santibáñez, explica cómo esta iniciativa es única porque se centra en mejorar los derechos de la infancia mediante el fomento del papel de las mujeres. Además, al dirigirse a los más pobres de los pobres, adopta un enfoque del desarrollo humano que se basa en la igualdad.
"A diferencia de otras iniciativas de microfinanciación, los bancos comunales se crean en las comunidades más extremadamente pobres y, por tanto, con un planteamiento igualitario muy intenso", afirma Santibáñez. "Prestan servicio a una población socialmente vulnerable que de otro modo quedaría excluida de los mercados financieros".
Dado que los propietarios de estos bancos comunales son personas que residen en el lugar, el dinero y el capital permanecen en la comunidad. Esta iniciativa, junto con la impartición de formación en técnicas de agricultura y comercio, propicia la seguridad alimentaria y establece una base económica sostenible incluso para las familias más pobres.
Al mismo tiempo, señala Santibáñez, a través del proyecto de Bancos Comunales se educa a las mujeres para que comprendan y defiendan sus derechos y los de su progenie. "El acceso a microcréditos, en combinación con otras iniciativas que capacitan a las comunidades para proteger los derechos de su descendencia, constituye una mezcla muy potente".
Cómo se estructuran los préstamos
Para lograr su objetivo, el proyecto Bancos Comunales ofrece préstamos de hasta 3.000 bolivianos (unos 425 dólares estadounidenses) a un interés del 2%. Tres cuartas partes de los intereses se destinan a acrecentar las reservas del banco comunal, y el resto se ingresa en una cuenta de ahorro a nombre del prestatario. Este importe es devuelto una vez que éste último ha terminado de pagar el crédito, por lo general en el plazo de 12 meses.
Los prestatarios deben comenzar la devolución del crédito un mes después de que les sea concedido. Si se retrasan, es la comunidad la que presiona a sus vecinos para que cumplan con sus obligaciones. La presión social y la reputación continúan siendo fuerzas muy potentes en las áreas rurales.
Aunque se ha producido alguna demora en las devoluciones, los organizadores de la asociación de bancos comunales informan de que han sido muy pocos los prestatarios que han incurrido en impago.
El destacado papel de las mujeres
Si bien mediante este proyecto se conceden créditos tanto a hombres como a mujeres, estas últimas han adquirido -y de eso se trataba- un papel cada vez más destacado. Esto es de especial importancia en una cultura en la que las mujeres no suelen ser las responsables de la toma de decisiones en el hogar ni las principales generadoras de ingresos.
Las mujeres que toman parte en el proyecto de Bancos Comunales dan fe de un firme compromiso de ayudar a sus hijos e hijas a lograr una vida mejor que la que ellas tuvieron. Con dicho propósito, emplean los ingresos procedentes de su actividad empresarial para impulsar la salud y la educación de la infancia.
Vilma Huaype, beneficiaria de un préstamo, vive con su esposo y sus dos hijos en Jarana, aproximadamente a una hora a pie desde Pocoata. Al igual que Rueda, el acceso directo a recursos económicos ha permitido a esta mujer mejorar la situación de su familia. Asimismo, ha alcanzado un nuevo estatus en la comunidad en tanto que tesorera del banco y su capacidad de decisión en el hogar ha aumentado.
La tienda de Huaype, que antes ofrecía escasos productos, se ha convertido ahora en un próspero negocio. "He aprovechado esta oportunidad en beneficio de mi familia", explica, "para que no tengamos que seguir siendo pobres".


lunes, 20 de febrero de 2012

Empresas estatales no generan pérdidas

Los Bs 133 MM no corresponden a una ‘pérdida’ sino que responden más bien al gasto de capital
La Razón / Jaime Durán

03:30 / 16 de febrero de 2012

En febrero de 2012, se presentó la investigación “Las empresas estatales en el nuevo modelo económico de Bolivia”. Documento que presenta una radiografía completa del funcionamiento de los emprendimientos públicos. Entre los resultados más importantes se encuentra que en la gestión 2011 el superávit de las empresas públicas fue de Bs 1.339,6 millones (MM). Para ponerlo en perspectiva, entre 1990 y 2005, el déficit promedio fue de Bs 73 MM, en cambio entre 2006 y 2011 el superávit promedio llegó a Bs 1.777 MM.

En su edición del 14 de febrero de 2012, el prestigioso diario La Razón indica al respecto que “El Estado perdió Bs 133 MM en manufacturas y servicios en 2010”. Dicha interpretación es incorrecta y es importante que la población conozca el porqué. En 2010, los ingresos de las empresas manufactureras (Lacteosbol, Cartonbol, EBA, Emapa, entre otras) y de servicios (ENDE, BoA, DAB, TAB entre las principales) llegaron a Bs 1.842 MM, por otro lado, los gastos combinados de ambos tipos de empresas llegan a Bs 1.975 MM. Lo cual evidentemente muestra un déficit de Bs 133 MM, esto lleva al autor de la nota a sugerir que hay una “pérdida” equivalente a dicho monto. Lo cual es un error.

Para ponerlo en evidencia, se debe descomponer el gasto combinado de las empresas manufactureras y de servicios. El gasto corriente llega a Bs 1.439 MM, y el de inversión alcanza la suma de Bs 536 MM. Es decir, lo que genera el déficit para 2010 es el gasto de capital. ¿Puede considerarse esto como pérdida? De ninguna manera. El déficit generado por la inversión es positivo. Quiere decir que las empresas están ampliando su capacidad productiva más allá de los recursos que disponen. Es decir, los Bs 133 MM no corresponden a una “pérdida” sino que responden más bien al gasto de capital. A esto se refiere el informe cuando señala que las empresas “presentan superávit, exceptuando en 2010, toda vez que se ejecutaron gastos de inversión programados en gestiones anteriores”.

Del grupo analizado, ¿cuáles fueron las empresas que invirtieron más en 2010? Conforme a información del sitio web del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, destaca la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) que tuvo un gasto de capital de Bs 218,63 MM; le sigue la Empresa Naviera de Bolivia (Enabol) con Bs 183,64 MM, continúa Bolivia Tv con Bs 52,1MM; la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) registra una inversión de Bs 61,45 MM. Todo esto muestra con absoluta claridad que no hay tal “pérdida”. Salvo que por tal concepto se entienda a la inversión, en cuyo caso deberán revisarse los conceptos económicos.

El pueblo boliviano ha apostado a la construcción de empresas estatales. La gestión de las mismas ha demostrado que se ha elegido el camino correcto. Salvo algunas que tienen problemas (de hecho no representan más del 0,5% del patrimonio total de las empresas) el resto muestran balances positivos.

Un titular como el elegido por La Razón no expresa un balance objetivo. Es deber de la prensa resaltar los aspectos negativos, pero creo que también es importante otorgar un espacio a los puntos positivos. Entre los cuales debe incluirse a la gestión de las empresas públicas, que en pocos años han demostrado que es posible construir un Estado eficiente.

jueves, 16 de julio de 2009

El ATPDEA y la dura realidad

La aún flamante administración Obama también ha excluido a Bolivia de las ventajas del ATPDEA. Esto era previsible para todos, menos —según parece— para el Gobierno boliviano.
El tema de la promoción del comercio de la Comunidad Andina vinculado a los trabajos de erradicación de droga, más conocido como ATPDEA (Andean Trade Promotion and Drug Erradication Act), ya lo tocamos en varias ocasiones. Este programa fue negociado por Bolivia con los EEUU durante la administración de Jaime Paz Zamora y luego sus beneficios fueron extendidos al resto de los países andinos. El país que lo inició ahora es castigado por segunda vez en poco menos de siete meses. ¿La razón? La expansión de los cultivos de hojas de coca destinados al narcotráfico, tal como lo documentaron organismos internacionales de reconocida objetividad. El ATPDEA pretende compensar eventuales pérdidas económicas resultado de la erradicación al ofrecer ventajas para la venta de productos en el mercado norteamericano.
Las preferencias se renuevan cada seis meses luego de una “revisión” de las pautas de cada nación con respecto al narcotráfico. En el semestre anterior, fueron revocadas para Bolivia a fines de noviembre de 2008 por el entonces presidente Bush, quien ya culminaba su mandato. Se pensó que la decisión estaba teñida de ideología. Se confió en que con Barack Obama las cosas cambiarían. No fue así. La aún flamante administración Obama también ha excluido a Bolivia de las ventajas del ATPDEA. Esto era previsible para todos, menos
—según parece— para el Gobierno boliviano, que no sabemos a ciencia cierta en qué factores habrá confiado para tal optimismo.
No hay erradicación, no hay ATPDEA, así de simple. Guste o no, el ATPDEA es una ventaja extendida unilateralmente por EEUU. Obviamente, esa ventaja también puede ser retirada unilateralmente si desde el punto de vista de Washington no se cumple con los propósitos de erradicación de coca.
Estamos frente a un grave problema y no es tan fácil “buscar nuevos mercados”. Varias fábricas se están cerrando y la gente se queda sin trabajo. El bastión político de Morales (El Alto) será el más perjudicado. Confeccionistas y artesanos alteños tenían con el mercado estadounidense ganancias y empleos. Todo está ahora en principio de jaque mate. No se trata de “dignidad” ni de frases hechas. Quienes gobiernan asumen la tal “dignidad” con los sueldos que reciben a través de nuestros impuestos. Para el que se queda sin trabajo y no lleva comida a su casa, lo de “dignidad” —así tan difuso y dicho desde el poder— no significa nada.
Tal vez se pensó ingenuamente que un indígena y un negro iban a congeniar automáticamente. Eso no necesariamente fue ni será así. Pese a su resonancia, poco importa asimismo la llamada “solidaridad de los pueblos”. Los actores del sistema internacional tienen intereses permanentes y son ésos los que prevalecen. Para EEUU, su política antidrogas es una política de Estado inamovible, gobierne quien gobierne. La dura realidad ahora golpea nuestras puertas. Esto se suma a un ya alarmante decrecimiento de la actividad económica nacional. Lamentable. Algo habrá que hacer perentoriamente.

miércoles, 3 de junio de 2009

LA HISTORIA SE REPITE

¿Como estamos en términos de ciclos económicos en Bolivia? En estudio reciente que realicé con Osmel Manzano se verificó que en los últimos 50 años, se produjeron varios episodios de colapsos y auges del crecimiento en la economía boliviana. Ambos fenómenos fueron provocados por choques externos tanto negativos (caída de precios en los minerales, contracción de flujos de capital) como positivos (mejores precios de exportación, ingreso masivo de capitales), vinculados a los recursos naturales. Nuestras crisis no fueron vinculadas a desajustes financieros. A estas alturas de la columna, una aclaración conceptual, en el trabajo mencionado, nosotros hablamos de colapso y boom, y no, de la definición clásica de recesión mencionada al principio. Identificamos estos periodos de la siguiente manera: colapso es cuando el PIB per cápita es menor que 1 por ciento, por dos o más años. Se registra una recuperación cuando por dos años consecutivos el PIB per cápita sobrepasa el 1%. Tomando como referencia el periodo 1950–2005, identificamos tres periodos de caída significativa del Producto Interno Bruto (PIB). El primero va de 1953 a 1961, cuando el PIB per cápita decreció, en promedio anual, en un menos 2,4%. Es decir que estuvimos en la lona por nueve años consecutivos y sin decir Jesús. El segundo periodo de recesión abarca de 1978 a 1988, este julepe económico duró 11 años, y en promedio decrecimos a una tasa de menos 2,3% por año. Finalmente, entre los años de 1999 y 2003 se produjo otro episodio de contracción del producto (-0,4%) aunque de menor intensidad y duración que los anteriores (cuatro años). En América Latina, los colapsos, medidos por caída del PIB per capita, duran en promedio 6,8 años, y en los países desarrollados 2,52. Con esta metodología, los periodos de auge económico en Bolivia se sitúan entre 1962 y 1977 y el periodo que va de 1989 a 1998. Entre el 2004 y mediados del 2008, también registramos un nuevo ciclo ascendente del producto. Todo indica que partir, de agosto del año pasado, se inicia otro periodo de colapso en el país. En este contexto, las mismas preguntas hechas para las economías desarrolladas son validas para Bolivia. ¿Cuan profundo será y cuanto dura el chancacaso de la economía, boliviana. Tomando como referencia el pasado, la caída podría ser dura y la recuperación económica muy lenta pero por razones diferentes de lo que esta pasando en las economías desarrolladas. La economía boliviana tiene una baja integración sectorial y no ha alcanzado una diversificación industrial y/o productiva, por lo tanto choques externos, como los que experimentamos ahora, profundizan los colapsos en el crecimiento y dificultan la recuperación. En Bolivia, las crisis duran muchos años, son periodo largos que la economía necesita para reasignar los recursos e identificar nuevos productos de exportación. Además, en los periodos de auge económico, la diversificación productiva y la composición de las exportaciones no han podido romper el ámbito de los recursos naturales. La recuperación del periodo 1962–1977 se basa en la exportación de minerales y gas natural. El boom del crecimiento de final de la década de los ochenta se asienta en la soya y en las hojas de coca. El ciclo ascendente que se inició en el 2004 se sustenta en la venta de gas natural al Brasil y a la Argentina y en menor medida en madera, soya y una vez más, minerales. A finales de los 90s se registra una incipiente industrialización basada en manufacturas, joyas y cueros, pero que no tienen un peso significativo en las exportaciones. Hasta ahora todo indica que repetiremos la historia

jueves, 26 de febrero de 2009

¿POR QUÉ ESTUDIAR ECONOMÍA?



Estoy sorprendido. Los economistas están en alta. Llevo años en la profesión vinculada al mundo académico y hace un buen rato que no veía tantos jóvenes queriendo ser economistas. Algunos de ellos y muchos padres preocupados con el futuro de sus retoños me abordan en búsqueda de información sobre el porvenir laboral de un economista en la actualidad. Al parecer la epidemia voca- cional está vinculada al hecho que la economía boliviana está viviendo, a pesar de la crisis política, un muy buen momento. ¿Por qué un joven bachiller debería sumergirse en las aguas de la oferta y la demanda?

Sólo puedo responder desde mi experiencia. Creo que decidí estudiar economía para desvendar un profundo misterio que atormentó mi ya lejana infancia y porque quería, como todo buen joven de los años setentas con un 35 por ciento de hippie, cambiar el mundo. Comencemos con la historia menos glamorosa. Pasé una buena parte de mi infancia y primera adolescencia en Villazón, ciudad fronteriza. En mi casa frente a la estación del tren, con cierta frecuencia se producían cambios bruscos en la geografía alimenticia de mi mesa. En ciertas épocas, no faltaban el dulce de leche Sancor, un buen bife de chorizo de carne argentina y el vino Toro, cuya consigna era ¡“si vino al mundo y no toma vino, ¿a qué vino?”, que se me permitía beberlo muy aguado con agua de sifón, era como una chicha morada algo más amarga. Pero de la noche a la mañana, desaparecían estos productos y surgían el dulce de membrillo de doña Hortencia, una carne altiplánica dura, que dio origen al famoso bife a la James Bond, (frío, duro y con nervios de acero) y el vino chapaco, que no estaba nada mal. En mi mocedad estas transformaciones de mi mesa me parecían actos de magia. Mis padres respondían a mis inquietudes con más misterios, son cosas de la economía, me decían. Así que al salir bachiller, decidí indagar de qué se trataban esas cosas de la economía. En materias como microeconomía y economía internacional descubrí que los cambios intempestivos en el menú de mi hogar eran resultado de las fluctuaciones del tipo de cambio.

El asunto de cambiar el mundo me llevó a la economía inspirado en mis precoces lecturas de Marx, quien sostiene que la política es economía concentrada. Toda esta historia para decir a los jóvenes que quieren enfrentar los caminos de la economía que creo que se requiere inquietud intelectual, casi obsesiva, sobre los recovecos de la profesión y una fuerte convicción de que se puede cambiar el mundo, desde la actividad que realizará en buena parte de la vida.

Una información útil a la hora de decidir si se estudia economía es saber la diferencia entre macroeconomía y microeconomía. No vaya a pensar que macroeconomista es un economista de gran tamaño físico, al quien los periodistas buscan para opinar. Ni tampoco que un

microeconomista es un chatito devoto del Ekeko, que es algo aburrido aunque puede ser más útil a la hora de ayudar a dirigir una empresa o recomendar una inversión. La macroeconomía busca responder a preguntas como: ¿Cuáles son las causas del desempleo? ¿Por qué existe inflación y cómo se la puede controlar? ¿Cuáles son los misterios del crecimiento y la creación de riqueza? ¿Por qué existe concentración de riqueza y cómo se mejora la distribución del ingreso? Para tener una idea por dónde vienen las respuestas a estas interrogantes, recomiendo el libro de Macroeconomía de Gregory Mankiw. El

campo de trabajo de un macroeconomista está vinculado al Gobierno. Ministerio de Hacienda, de Planificación, Banco Central, y otras unidades técnicas de la administración pública. En menor proporción existen macroeconomistas que trabajan en el sector privado, especialmente en los bancos.

La microeconomía busca entender el comportamiento de actores económicos individuales. A saber: consumidores, productores, trabajadores e inversionistas. Cada uno de ellos actúan en un mercado, por lo tanto, también se debe indagar sobre la lógica que explica el funcionamiento de los mercados. Las preguntas más comunes son: ¿Qué es lo que mueve a los consumidores y empresas?, ¿cómo se distribuye el excedente económico entre estos diversos actores?, ¿qué rol juega el mercado y/o el estado en la asignación de los recursos escasos de una economía? Un libro muy útil, que puede ayudar a un joven pretendiente de la teoría económica, es la Microeconomía del Amor de David de Ugarte, que se lo puede encontrar en la internet. El mercado laboral de un microeconomista puede estar tanto en el sector empresarial como en el público.

Para terminar presentemos cinco razones para estudiar economía. 1) Los economistas pueden ser muy peligrosos, tanto cuando usan sus manos invisibles como cuando meten la pata del Estado. Son como los gatos, siempre cae bien parados. 2) Cuando un economista está en la fila de los desempleados, por lo menos sabe por qué está haciendo cola. 3) Aunque la ética enseña que la virtud tiene su propia recompensa, la economía enseña que la recompensa tiene su propia virtud. 4) Cuando un economista está pasado de copas, puede justificar su estado diciendo que apenas está investigando la ley de la utilidad marginal decreciente. 5) Finalmente, cabe recordar que Mick Jagger y Arnold Schwarzenegger estudiaron economía y vean en qué se convirtieron. No pierda la esperanza.

*Gonzalo Chávez
es economista.
chavezbol@hotmail.com


jueves, 22 de enero de 2009

¿Ha leído el proyecto de nueva Constitución?


Quizás al leer el título de este artículo usted ha respondido en su conciencia que no. Tal vez no quiera ni seguir leyéndola porque siente que no vale la pena indagar en un tema tan reiterado en las últimas semanas.

Lo cierto es que al realizar un rápido sondeo en mi entorno (siempre es representativa una muestra de la clase media), me doy cuenta de que muy pocos han leído el proyecto de nueva Constitución Política del Estado (CPE). Confirmando este hecho, un medio reconocido en el país presentó recientemente una encuesta que señala que el 70% de los entrevistados aseguraron no haber leído el proyecto de texto constitucional.

Lo peligroso es que se percibe que estas personas son las que vierten, en su mayoría, comentarios prejuiciosos, positivos o negativos al respecto. Es más, suenan como repetidoras de consignas políticas que, de a poco, se van haciendo trilladas y no aportan con un análisis propio. Esta reproducción de consignas es alimentada por el surgimiento de propagandas confusas o mentirosas, que empeoran la posibilidad de un intento de análisis objetivo.

Hay que decirlo: los bolivianos no estamos acostumbrados a leer y, en contrapartida, sí estamos muy habituados a criticar a favor o en contra de algo. Somos especialistas en “analizar” y en “comentar”.

Lo cierto es que en el próximo proceso electoral tendremos la gran oportunidad de demostrar que podemos ser responsables o, mejor, co-responsables de lo que todos nosotros representamos, la sociedad, y el Estado. ¿Cómo? Sencillamente leyendo el proyecto de CPE, marcándolo y definiendo si, en síntesis, nos representa y encarna la sociedad en la que vivimos.

Sólo así podremos ir a votar por el Sí o por el No con la tranquilidad de conciencia que un verdadero demócrata debe tener. De esta manera, nadie nos dirá directa o indirectamente cómo debemos votar, seremos capaces de decidir por nosotros mismos aceptando sólo una consigna: votar con uso y goce de razón.

Si no lo hacemos así, no podremos representar una posición coherente para defender lo que hemos decidido votar. Si no lo hacemos, estaremos sujetos a seguir repitiendo las opiniones de quienes nos indujeron a votar de determinada forma, sin poder jamás tener una posición propia. Si no lo hacemos, seremos más responsables de las consecuencias negativas de ese voto. Por estos motivos es mejor darse un tiempo para informarse sobre lo que se plantea en la actual Constitución y compararla con el texto propuesto.

Si no comprendemos algo, tengamos la humildad de preguntar a quienes saben y formemos opinión con distintas personas o por distintos medios, que pueden proveernos de insumos que en definitiva forjarán en nosotros responsabilidad ciudadana a la hora de emitir nuestro voto el domingo. Este periódico por ejemplo explica, cada día, un artículo del nuevo proyecto; la Corte Nacional Electoral está difundiendo material de información valiosa. Es decir, medios no faltan.

Ésa será una forma adecuada de comenzar el año, siendo responsables con nosotros, con nuestra familia y con nuestra sociedad. Eso es lo que le hace falta al país, que prediquemos con el ejemplo y que, a partir de eso, generemos conciencia ciudadana.

La responsabilidad forja la institucionalidad y el respeto al Estado de Derecho; por lo tanto, a las normas, a las leyes y al bien común.

martes, 4 de marzo de 2008

QUE ES LA ECONOMIA INFORMATICA




Economía informática es la rama de la economia que estudia la s interrelaciones existentes entre la ciencia económica y la informática. Divide su campo de estudio en dos: a) el uso óptimo de los recursos a través de la información automatizada y, b) Las connotaciones económicas derivadas de la informatización de la sociedad.

El primer campo de estudio se centra en el uso de programas, técnicas y metodologías informáticas que pueden ser aprovechados para resolver problemas de tipo económico de forma más eficiente o que de otra forma no podría ser resuelta. En esta primera parte se apela al uso de programas computacionales como ser: Excel, Econometric Views, Risk Master, Lindo, Power Sim, Win Proyect, SPSS, etc. Estos y muchos programas pueden ser utilizados para resolver distintos tipos de problemas de optimización. Análisis, proyección, planeación, etc. Por otra parte las técnicas y metodologías propias de la informática como ser: Cognimática, Lógica Difusa, sistemas Expertos, redes neuronales, Algoritmos Genéticos, Teoría de Caos y Fractales, etc. Las mismas que actualmente están siendo estudiados por prestigiosos economistas, los mismos que están abriendo campo para nuevas formas de resolución de problemas en ambientes de incertidumbre. Algunos ejemplos de bibliografía en español que vale la pena revisar son. Paul Krugman, LA ORGANIZACIÓN ESPONTANEA DE LA ECONOMIA, de Andrés Fernández Díaz LA ECONOMIA DE LA COMPLEJIDAD. Otro buen libro a considerarse es INVERTIR EN LA INCERTIDUMBRE de Jaime Gil Aluja. Existen muchos trabajos de economistas que están haciendo uso de las técnicas de Inteligencia artificial para resolución de problemas económicos. Esta es una tendencia que cobrara aun mayor vigencia a medida que pasan los años.

El segundo campo de estudio esta enmarcado en el sector macroeconómico, donde se estudian los efectos ocasionados por el uso masivo de elementos informáticos. Estos elementos son de diversa naturaleza, por ejemplo: dinero electrónico, Empresas Virtuales, Homogenización de la Información en Internet, automatización y desempleo, etc., elementos nuevos en la sociedad y que tienen una fuente de incidencia sobre variables económicas.

En economia informática, como se dijo anteriormente, se ha dada un orden a estos temas que de otra forma están dispersos, de tal manera que los mismos pueden ser asimilados y utilizados posteriormente por economistas. Pero este campo de estudio no esta limitado solo a ellos, también se han abierto las puertas para profesionales del área económica e informática que deseen especializarse en economia informática; los conceptos y teorías son proporcionalmente asimilados tanto por gente formada en economia como en otras áreas.
Como una conclusión prelimar se puede decir, que mientras los países en vías de desarrollo se encuentran en una encrucijada la cual deben resolver problemas referidos directamente con la pobreza y el desempleo o que estos deben incorporarse a la globalización de la tecnología de la información. La realidad es que si bien “las computadoras no se comen”, sin embargo la tecnología coadyuva a la resolución de los problemas relacionado con la pobreza. Cuando hablo de la pobreza me refiero a la falta de utilización de la tecnología que debe ser aplicada en estos tiempos; por esas circunstancias vale la pena mencionar la siguiente enseñanza “ES MEJOR APRENDER A PESCAR QUE RECIBIR PECES”, sin tecnología los pobres están destinados a seguir siendo pobres. Sin embargo tampoco es factible creer que la tecnología de la información es la panacea que va a resolver todos los problemas, es mejor simplemente tener conciencia de la tecnología es uno mas de los elementos necesarios en la formula para combatir la pobreza, por estas razones si un economista no utiliza la información de forma adecuada y oportuna o mejor dicho si un economista de hoy “METE BASURA DE DATOS A UN COMPUTADOR SALE BASURA Y LA SOCIEDAD LA CONVEIRTE EN UN BASURERO”, para evitar esta atrocidad aprenda a no temer a la informática y domine la computación.